sábado, 5 de julio de 2014

Johnny Romone, la vida del punk más autoritario y su autobiografía.

Editado en español, la autobiografía "Commando" pone énfasis en el conservadurismo y ética laboral de la leyenda del rock y el punk.

 Johnny Romone, el ex guitarrista de The Ramones, siempre fue un personaje contradictorio. En si autobiografía, "Commando"-Publicada en español-, enfatiza en su amor por The Rolling Stone y The Beatles con distinta intensidad. De los primeros ufana de haber estado en el primer concierto de ellos en Nueva York en 1964 y asegura que con Brian Jones tuvieron su mejor época. De los segundos, la historia es distinta. Fue uno de sus grupos preferidos, pero cuando fue a verlos llevño una bolsa con piedras escondida en el abrigo para tirárselas. No pasó nada: quedó tan lejos que su única opción fue escuchar el concierto.
Nacionalista ultranza, admirador de John Wayne y convencido de que el mejor Presidente de la historia de Estados Unidos era Ronald Reagan, John Cummings-el verdadero nombre de Johnny Ramone- fue la criatura más atípica del punk rock. Si la consigna de ese estilo era la anarquía y la inmediatez, el guitarrista aplicó premeditación y conservadurismo. Esa lógica venía desde su hogar y su pasado laboral. Su padre, un descendiente de irlandeses, era un orgulloso estadounidense que traspasó a su hijo el amor por la patria: cada vez que oía el himno nacional por radio o televisión, obligaba al pequeño John a cantar la canción. Y antes de formar la banda, estableció su ética de trabajo: trabajó como obrero de la construcción por cinco años en Nueva York, haciendo calles o construyendo edificios. Eso, dijo, le dio rigor y sacrificio.
"Commando" es un diario de vida de una franqueza muy poco vista en el mundo del rock. El músico quería ser famoso y juntar un millón de dolares para pasar una buena vejez. Se prestaba para los políticos: se fotografió junto a George Bush en la Casa Blanca y, en sus entrevistas, hablaba mal del régimen soviético.
Su liderazgo en The Ramones fue innegable. Prohibía el alcohol en exceso a sus compañeros - no así la mariguana- y negociaba los contratos por show. Con el dinero era extremadamente rígido: estableció pagos igualitarios por semana y cuando se casó con su segunda esposa, Linda Danielle- una ex novia del vocalista quien no se habló durante 15 años- se quejó porque fotografió le cobró cinco dólares por registrar la imagen del matrimonio.
La mayor parte épica de The ramones fue hacer música movidos en sus inicios, nadie tocaba ningún instrumentos y en Estados Unidos  tampoco tuvieron gran reconocimiento. Dio lo mismo. En europa y Sudamérica eran estrellas. Ese reconocimiento tardío, al menos, fue palpado por Johnny. Al momento de su muerte por complicaciones en la próstata, en septiembre de 2004- tres años después de la partida de Joey por cáncer y dos del bajista Dee Dee por sobredosis-, lo acompañaban Eddie Vedder de Pearl Jam; John Frusciente de Red Hot Chili Peppers, Rob Zombie y Nicholas Cage, entre otros. Era la evidencia: Johnny Ramone estaba en el panteón del rock.

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